POR: J.C. Sánchez
En las notas anteriores tocamos los temas de una obra de arte como un todo conformada por los colores, los trazos, los matices y las formas, todos y cada uno forman un totalidad una realidad a veces difusa y casi inalcanzable a la perfección pero dentro de todo para nosotros puede ser perfecta.
Pienso que el mejor cierre era hablar de los trazos y las formas, estos los generan cada pincelada dado por el artista con los colores, que se convierten en un todo, se funde para generar las figuras mas hermosas que hayamos vistos en la vida.
Los trazos como ya había dicho son caminos y sendas recorridas o por recorrer que generamos junto a nuestros amigos los colores, todos nos ayudan a llegar al inicio de estos, pero muchas veces comenzamos una senda nueva con los amigos y sin darnos cuenta estos se fueron en algún punto del camino ellos cambiaron su ruta y dejaron un vacio a nuestro lado. Mientras estos se ivan aparecieron refuerzos, pero nunca nos quedamos solos del todo.
Otras veces en medio del camino encontramos que el tiempo se nos escapo de las manos y necesitábamos mas, pero todo jugo encontra, nos quedamos sin un beso, un abrazo, una lagrima, un hombro sobre el cual llorar, una palabra por decir y todo por una jugarreta del tiempo que se nos acabo antes de decir un "hola".
Peor fue que nos quedo muchas veces tiempo pero los colores prefirieron dejar con la palabra en la boca y no hubo poder para decir lo que pensábamos, llegamos a un callejon sin salida en esa senda ya que no habia nadie para escuchar o decir te quiero, porque sucedido otra incógnita del pintor que no logro definir la forma bien del trazo y solo dejo que el pincel hiciera lo que quizo o lo que salio en el momento por darle fin a su obra.
Tantos caminos recorridos hasta ahora, tantos por recorrer y muchos caminos que quedaron inconclusos con un ¿que hubiera sido si? o ¿que hubiera pasado si?, muchas dudas de las cuales arrepentirse por no haber dado el paso siguiente y dejarnos consumir por el miedo a un nuevo color a una nueva extravaganza o forma exotica en nuestra obra por ser conservadores y no romper el molde.
Muchas veces logramos la perfección en términos de caminos con un final satisfactorio, con una sonrisa al final, y somos felices, pero efímera la sensación, bellos recuerdos de colores y formas que se entrelazan y forjan una historia personal tan rica que pocos podrían decir me quejo o me arrepiento, ya que al final hemos aprendido a querer, odiar, amar, perder, ganar, compartir, respetar y a ser alegres dentro de nuestra realidad.
Mis colores son hermosos, intensos, poderosos, a veces impetuosos cual tormenta, poco maleables, con caracter y sentimientos, cada uno con su locura e inteligencia, todos con una habilidad para hacer mi vía mas facil y crear los trazos mas bellos y perfectos que yo mismo he pensado. Gracias por dejarme ser artista y pintar con su alegría y tristezas mi vida.
A.J. Lagasse
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