Por: J.C. SÁNCHEZ
Cuántos de nosotros no hemos criticado una obra de otro arquitecto. Hemos tomado cada detalle y lo hemos despiezado casi a tal punto que al final no nos queda nada que opinar del proyecto. Pero de verdad comprendemos lo que el creador de la pieza quería expresar. Simplemente es fácil criticar y destruir la creación de otro y no buscar mas allá, que movió al arquitecto, que buscaba transmitir y que le pedía el programa arquitectónico. Bueno deberíamos indagar más acerca de una obra arquitectónica antes de criticarla es fácil sentarse en la silla del juez y dictaminar si sirve o no a simple vista, muchas veces hay que ir mas allá y buscar lo positivo de la obra aunque nos cueste un poco. La arquitectura es un arte que envuelve los sentidos y expresa emociones, que muchas veces nos invita a quedarnos callados y otras a gritar, no hay mas nada que decir o sentir cuando el arquitecto logra su cometido y expresa su pensar. Porque criticar algo sin primero conocer los antecedentes y tener una mejor compresión como observador. La libre interpretación muchas veces deja mucho a la imaginación y da pie a enjuiciar al arquitecto o creador de la pieza que tenemos enfrente al final fijando una imagen errónea de dicho personajes que nos dejo conocer un poco de su arte a través de la arquitectura.
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